Es una de las panificadoras con más historia de Talavera de la Reina, con cien años de seriedad, honradez y eficacia a la hora de elaborar el pan de siempre, que además goza de nombre y prestigio en toda la provincia. Un referente que aúna tradición y vanguardia alrededor de un oficio artesanal heredado de padres a hijos
En la Panificadora Hermanos Sánchez S. L., de Talavera de la Reina el pan de cada día sabe a pan de verdad, al de siempre, al que amasaba con sus propias manos y con masa madre el abuelo Tomás, en la pequeña panadería de la calle Cerería en la que trabajaba y enseñaba el noble oficio de panadero a sus cuatro hijos.
Alberto Sánchez representa, junto a sus primos José Luis y Eva Sánchez, la tercera generación de artesanos panaderos al frente de esta mediana empresa de pan talaverana, que levantaron sus padres a mediados de los años 70 en Talavera de la Reina, continuando la tradición de su abuelo Tomás. Se trata de una empresa de gran tradición en la comarca, con más de cien años de experiencia, que ofrece calidad, innovación y sabor tradicional con 25 empleados en plantilla y una fábrica moderna adaptada a las necesidades del mercado.
Alberto explica en esta entrevista la historia de la panificadora, su evolución y los valores que hay detrás de una empresa familiar que ha logrado mantener durante décadas el sabor a pan de pueblo a base de masa madre natural, piedra filosofal de esta empresa y garantía de sus productos.
¿Cómo empezó el negocio familiar?
Mi padre y sus tres hermanos trabajaban desde muy jóvenes con mi abuelo del que aprendieron el oficio y cuando crecieron abrieron, en el 75 o 76, su propia panificadora en la calle Panaderos. Cuando empezaron su empresa fue la primera en instalarse en esa parte del Polígono Marifé y, en honor a ellos, cuando se hizo la calle el Ayuntamiento la llamó Panaderos. Fueron los inicios de la empresa que hoy dirigimos nosotros y que poco a poco ha ido evolucionando hacia un sistema industrial más moderno con una capacidad de producción cada vez mayor. Nosotros hemos continuado con esa expansión manteniendo la parte tradicional de la producción.
¿Cuándo os incorporáis vosotros?
Yo desde muy jovencito he ayudado a mi padre los fines de semana y mi primo igual, toda la familia ayudábamos, sobre todo al principio cuando la inversión estaba hecha y había que amortizarla. Después yo me fui a estudiar porque mi padre quiso que cada uno hiciera su vida y cogiera su camino. Somos cuatro hermanos. Yo estudié Ingeniería Técnica Industrial y he trabajado en Madrid y grandes ciudades, pero a la hora de tener familia decidimos tanto mi mujer, que también es de Talavera, como yo volver. En mi caso fue en 2008, empezando la crisis. No tenía pensamiento de quedarme en la empresa pero las cosas estaban difíciles y fue una buena opción. Llegó el momento de la jubilación de mi padre y me sumé junto a mis primos. Al proyecto he aportado mis conocimientos e la parte de modernización y organización, control de costes de producción, etc. Y hemos continuado con la parte tradicional de producción.
¿Cuál es vuestro modelo de negocio?
Nosotros actualmente hacemos pan de elaboración diaria y también precocido. Cuando las grandes superficies comerciales empezaron a introducir este producto, vimos que había una demanda que podíamos cubrir. Se hizo una inversión en equipos de frío y distribución y nos metimos en ese mercado. Básicamente hacemos pan de las dos clases: tradicional, con horno de leña y masa madre. Es un pan de sabor y olor muy intenso y con frescura de larga duración; y precocido, en el que también utilizamos masa madre, para restaurantes, bares y todos aquellos lugares cuyo consumo es variable.
¿Dónde vendéis?
Tenemos clientes en Talavera, comercios, pequeñas tiendas de barrio, hostelería y grandes superficies y en ruta llevamos nuestro pan hasta Toledo, la zona de Candelera y Madrigal, Oropesa o Los Navalucillos. Atendemos también encargos para eventos solidarios, en los que nos gusta estar y aportar.
¿Cuáles son los valores que os mueven y os diferencian de la competencia?
Tenemos un producto de gran calidad, con la mejor materia prima y una experiencia como panaderos y conocedores del sector que nos avala.
Eso por encima de todo, pero también nos diferencia el trato con el cliente, porque damos un servicio que va más allá de servir el pan o recogerlo al día siguiente. En Talavera es habitual que un festivo o domingo haya gente que se quede sin pan a media mañana y para cubrir esta demanda, contamos con repartidores que están disponibles para poder servirlo. Somos una de las pocas empresas que dan este servicio a los clientes.
¿Cuál es vuestro producto estrella?
Sería el colón castellano, hecho con masa madre y fermentación lenta, de unos 340 gramos. Buscamos hacer el plan tradicional de pueblo, de siempre y lo hemos logrado. Por volumen de venta, sería la barra (pistola) de Viena de tamaño mediano. Es la barra más económica, con masa madre también. Es un pan con mucha calidad, la misma de siempre, pero con menos peso y un precio muy económico.
¿Tenéis algún proyecto en mente?
Siempre estamos dándole vueltas a hacer cosas nuevas e innovadoras. Por ejemplo, en el sector de los dulces y las magdalenas. Tenemos las recetas de mi abuela escritas a mano en unos papeles escaneados que son un tesoro y nuestra intención es en algún momento poner en marcha está línea de productos. Tenemos la empresa, la distribución y los clientes.
¿Con qué instalaciones contáis en Talavera?
Nuestra empresa continúa en la calle Panaderos, en el Polígono Marifé. Tenemos 10 hornos de carro verticales, cinco hornos de leña, cargadores automáticos, cuatro líneas de producción de pan y cuatro amasadoras. En su momento, llegó a ser la panificadora más grande de Castilla-La Mancha. Actualmente, tenemos una plantilla de 25 personas.
Tenemos la empresa, la distribución y los clientes.
¿Qué os aporta Talavera?
En la parte empresarial, lo que hemos hecho es seguir la dinámica de la empresa de mi padre y mis tíos. Siempre ha estado saneada y lo que hemos hecho es seguir con la dinámica y adaptarnos a los tiempos, continuar con el oficio que hemos mamado desde pequeños y hacerlo crecer con nuestra aportación. Talavera es nuestro hogar, donde nos hemos criado. Yo regresé aquí buscando una mejor vida para mi familia y es lo que tengo.
¿Cómo veis el futuro después de una pandemia y con la subida de las materias primas?
Al principio fue muy duro porque durante los primeros meses si había un positivo te cerraban la empresa y nos daba pánico que eso sucediera y que clientes nuestros, por ejemplo el Hospital de Talavera, se viera desabastecido. Cuando nos vimos en esa situación me puse al habla con otros panaderos de la zona para que si sucedía, pudiéramos dar servicio a los clientes más sensibles de cada uno entre todos. Cerró la hostelería, se acabaron las bodas y comuniones y eventos se paralizó todo y eso nos hizo mucho daño. Cuando nos estábamos recuperando pues el conflicto bélico y la subida de precios de la materia prima. A nosotros nos ha subido un 30% la harina, pero sólo hemos repercutido un 15% al precio del pan, porque entendemos que las familias tienen que seguir consumiendo y todos tenemos que arrimar el hombro. Es un sector sacrificado, como tantos otros, pero muy gratificante.
Conoce más de Panificadora Hermanos Sánchez S. L., en su página web: www.pansanchez.com
“Tenemos un producto de gran calidad, con la mejor materia prima y una experiencia como panaderos y conocedores del sector que nos avala”
Alberto Sánchez Olivera