En 2012 comenzó para la farmacéutica talaverana, Estíbaliz Lancha, una bonita aventura que ha cristalizado en uno de los mayores referentes de cosmética natural del mercado. Mi Rebotica aúna tradición, artesanía e innovación para lograr unos productos con los que la marca sitúa en el centro de todo su universo a las personas
Estíbaliz Lancha cuenta para ‘Empresas en primera persona’ cuál ha sido la evolución de Mi Rebotica, desde sus inicios en un pequeño local de Talavera hasta el día de hoy, con unas instalaciones de 5.000 metros cuadrados, un equipo de 49 personas, un catálogo con más de 160 productos y distintos proyectos de expansión por el mundo. “Lo fundamental para mí es saber que estoy cuidando y mejorando la vida y el bienestar de las personas, es lo que he querido siempre y es lo que más me importa”, asegura Lancha, que destaca el proyecto empresarial de economía circular por el que apostaron desde sus comienzos.
¿Cuál ha sido la evolución de Mi Rebotica?
Tenía una farmacia y la gente me pedía fórmulas y soluciones y todo empezó así, queriendo ayudar y cuidar a mis pacientes. Comenzamos tres personas hace diez años en un local de Talavera muy pequeño, de 99 metros cuadrados y allí estuvimos trabajando seis o siete meses, pero se nos quedó muy pequeño y necesitábamos cambiarnos. Nos trasladamos entonces al Polígono Industrial Torrehierro que es donde estamos ahora, a una nave de 700 metros cuadrados que nos pareció inmensa. Eso fue en 2013 y para el año siguiente, adquirimos la nave contigua. Eso fue en 2014 y a finales de 2019 incorporamos cuatro naves más, de tal forma que ahora contamos con unas instalaciones de 5.000 metros cuadrados, en las que estamos 49 personas trabajando,
¿Y además desde principios de 2021 con presencia en Madrid?
Sí, así es. Es una tienda muy especial para nosotros en la calle San Marcos del barrio de Chueca, porque son 200 metros cuadrados de local que reúne nuestra esencia y aroma y que nos permite contar con un espacio de atención al público donde todo el mundo que lo desee puede ver toda Mi Rebotica, junto a un espacio desde donde trabaja nuestro equipo de marketing. En nuestra sede en Talavera está el equipo de producción, el departamento técnico que lo conformamos cinco farmacéuticos y nuestro departamento de cerámica. Hacemos nuestras propias botellas y el proceso de soplado de botellas, serigrafía, etc. Es un proyecto circular desde Talavera. Tenemos una entidad muy robusta.
¿Qué volumen de negocio tiene Mi Rebotica, actualmente?
En catálogo tenemos 165 productos y nuestros mercados son España y Portugal, en Portugal tenemos filial. Vendemos en toda Europa a través de las plataformas online y de pequeñas unidades de negocio en diferentes sitios.
¿Qué proyectos de expansión tenéis en desarrollo?
Mi objetivo es EEUU, ya estamos trabajando para abrir ese mercado y estamos con la adecuación del etiquetado. México también está en nuestro foco y a más largo plazo el mercado asiático, por cómo valoran el tema de lo artesano, la tradición y la vanguardia.
¿Cuáles son los productos estrella para Estibaliz Lancha?
Como yo formulo, tengo tres o cuatro que son mis niños. La Crema nutritiva de células madre, la Crema de pies, que me ha dado muchas alegrías de pacientes que me llaman para decirme que les ha solucionado su problema y el Contorno de Ojos Ultra K, que es de lo más potente del mercado con una formulación muy completa.
¿Es eso lo que más reconforta, que después de diez años la gente valore vuestra aportación a sus vidas?
Lo que he tenido claro desde siempre es que lo que quería hacer era cuidar a la gente. Desde pequeña sabía que quería hacer potingues y cuidar a las personas y la forma de hacerlo era ser farmacéutica, porque si no hubiera sido química y ese afán me ha traído hasta aquí. Lo fundamental para mí es saber que estoy cuidando y mejorando la vida y el bienestar de mis pacientes. La piel es el órgano más grande que tenemos y si conseguimos que esté saludable, habremos conseguido que el resto del organismo funcione.
¿Cuál es la clave de vuestro éxito?
Yo creo que ha sido el poner desde el principio a las personas en el centro de todo y que lo que hagas sea lo mejor que te puedas imaginar. Ya sea en el packaging o en la fórmula, que sea lo mejor que ha pasado por tu mente.
¿Qué valoran vuestros clientes de Mi Rebotica?
El cuidado de todo el proceso y el que los productos funcionen, porque te puede gustar la imagen o equis cosas, pero si no es efectivo no vale de nada. De hecho, la gente nos va pidiendo productos porque sabe que lo que hacemos funciona.
¿En qué proyectos estáis trabajando ahora?
Tenemos varios en desarrollos pero muy incipientes, para después del verano tendremos probablemente un champú anti caída que completará la gama capilar que tenemos y de cara al año que viene vendrán nuevos productos muy potentes.
¿Soñaste alguna vez con llegar tan lejos?
No, nunca se planteó. Queríamos hacer algo con lo que ayudar a las personas, pero jamás pensé que conformaría un equipo de 49 personas y tendría mi propio departamento de marketing.
¿Qué le aporta Talavera, su cultura y tradición, a tu proyecto?
Hay muchas cosas que seguimos haciendo de manera tradicional, como parte del etiquetado, por lo que todo el tema de la artesanía la tenemos muy interiorizada. Tenemos una ceramista y hacemos nuestra propia cerámica de Talavera, que refleja nuestra artesanía tradicional para llegar a ese público nuevo que no nos conoce. Yo soy talaverana y aunque no ha sido fácil, el apoyo que estamos recibiendo de la Concejalía de Promoción Económica Empresarial está siendo muy importante.
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