Restaurante Amaranto es Raúl Rivera y Amaya López, su vocación, su amor por la cocina, por la calidad de los productos de la tierra, por Talavera y por dar bien de comer a todo el que entra por la puerta de su restaurante de la calle Zuloaga, 28. Amaranto, con un reconocimiento de la Guía Repsol en 2022, es ya un referente gastronómico dentro y fuera de nuestra ciudad.
Después de veinte años trabajando para los maestros mas reconocidos de la cocina como Martín Berasategui, Francisco Torreblanca o Andoni Luis Aduriz entre otros, y apostando por Talavera de la Reina y por dar bien de comer a los talaveranos y talaveranas, Raúl Rivera puso en marcha hace nueve años Amaranto, mezcla de su nombre y el de su pareja, Amaya López. Un proyecto que, según cuenta el cocinero en esta entrevista, comenzó con el propósito de trasmitir su amor por la cocina de la tierra y para que sus vecinos y vecinas no tuvieran que salir de su ciudad para comer de primera.
“Somos unos enamorados de la ciudad, somos de aquí y no nos queremos ir. Apostamos por Talavera y su proyección, que cada vez es más importante. Por fin hemos empezado a creernos todas las posibilidades que tiene nuestra ciudad, también como capital gastronómica”, explica Rivera, que trabaja incansablemente con otros referentes talaveranos de la cocina actual para situar a Talavera como primer plato de la gastronomía nacional y atraer a un turismo gastronómico que deje riqueza en la ciudad.
¿Qué es Amaranto?
Amaranto es una cosa muy sencilla. Es un restaurante de productos de calidad no excesivamente tratados con técnicas y elaboraciones complejas. Trabajamos con producto de temporada y con elaboraciones sencillas, pero siempre acertadas. Es un buen producto y bien tratado. Realmente, el concepto que tenemos de la gastronomía es hacer felices a las personas. Lo complicado hoy en día cuando vas a comer por ahí es salir diciendo he comido muy bien. En Amaranto lo hemos conseguido y así nos lo transmiten nuestros clientes. Eso es lo único que nos importa.
¿Cómo es vuestro restaurante?
Amaranto es como estar en casa. Somos cuatro personas para 25 comensales. Hemos conseguido el restaurante que queríamos tener. La persona de apoyo en la cocina es mi suegro. Tiene 60 años y es un hombre que viene del campo y la construcción. Aporta conocimiento, sabiduría y saber estar. La persona en sala tiene también 60 años y para él, como para mí, su trabajo es vocacional, adora su trabajo. Yo estoy en la cocina y toda la parte de papeleo, más las horas de servicio, las lleva Amaya. Es un restaurante muy familiar. La gente nos dice cuando viene que parece que están comiendo en el salón de su casa. El salón tiene 35 metros cuadrados y sólo tenemos seis mesas y ahora estamos apostando por los productos y las recetas tradicionales. Comida de siempre pero adaptada a estos tiempos.
¿Qué has aprendido a lo largo de tu trayectoria después de trabajar con los grandes chefs españoles?
Trabajar con personalidades como Martín Berasategui, Francisco Torreblanca, o Andoni Luis Aduriz te da la experiencia de cómo abordar una cocina y qué tipo de cocina quieres hacer. Si sabes trabajar con ese nivel de estrés tan grande, puedes dirigir cualquier cocina.
¿Qué aporta Talavera al concepto de restaurante que queríais montar?
Talavera me aporta la sensación de jugar en casa, la tranquilidad. Donde uno está más cómodo es en su zona de confort, en lo que conoce. Talavera lo que nos aporta es ese conocimiento del producto, de las elaboraciones y los gustos de la gente que vive aquí. Por eso queremos dar a conocer esa gastronomía que parece básica, pero que cuando le das una vuelta de tuerca, trabajando el sabor y la manera de presentarlo, todo cambia. Eso es lo que nos aporta Talavera. Talavera tiene una tradición y se le está olvidando a la gente y eso es triste para los que somos cocineros de toda la vida.
Ahora que viajo un poco más, soy consciente de que fuera todo el mundo defiende su zona con uñas y dientes y eso es algo que nos falta en Castilla-La Mancha y en Talavera nos ocurría también. Ahora es cuando estamos empezando a poner en el sitio que le corresponde la cocina castellano-manchega. Tenemos que centrarnos en defender lo nuestro que es tan defendible como lo de los demás. Es mucho lo que tenemos.
¿Cómo ha respondido la gente en estos años?
Cuando arrancamos, Amaranto empezó muy desdibujado. Teníamos un local muy grande, era muy impersonal porque no era nuestro, era de alquiler y no podíamos dejar nuestra impronta. En estos dos años y medio con una pandemia de por medio el cambio ha sido brutal. La gente se ha dado cuenta de que Amaranto es un restaurante que apuesta por la ciudad, que quiere poner a Talavera en su lugar. Este año nos ha dado un reconocimiento la Guía Repsol y esperamos que el año que viene nos den un Sol ¿Por qué no podemos aspirar a él si estamos haciendo las cosas realmente bien? La gente en general es reacia a los cambios, pero la cultura gastronómica está creciendo, salen por ahí y ya pueden comparar con referentes en su ciudad. Se dan cuenta de que lo que tienen aquí es algo al nivel. Tenemos a Carlos Maldonado, un Estella Michelín ¿Sabes lo que es eso y lo que cuesta? Somos la gente campechana y sencilla de esta ciudad quienes estamos siendo embajadores de nuestra tierra.
¿Es un reto para vosotros situar a Talavera en la cúspide gastronómica?
Realmente, hasta que no eres consciente de dónde estás, cuesta entenderlo. O trabajas para lo que te rodea o no sirve para nada. Si tú estás en Talavera tienes que trabajar para Talavera y hay que dejarse el pellejo para que la gente cuando hable de ti diga es que está en Talavera de la Reina. Tenemos mucho público de fuera, entre un 70 o un 80%, pero al principio era un 90%. Poco a poco la ciudad va entrando en nuestro restaurante y nos va conociendo. Poco a poco la gente joven va probando sitios distintos y eso me encanta.
¿Qué significa para ti la cocina?
Es mi vida, llevo toda la vida cocinando. No sé hacer otra cosa. Siempre he dicho que mi trabajo no es un trabajo, no he trabajado en mi vida porque me gusta tanto lo que hago que no he trabajado nunca. La cocina es una forma de entender la vida. Yo llego a las siete de la mañana, otros días me levanto a las dos de la mañana para ir a Mercamadrid y a una cata de vinos en mi día libre. Es vocacional y trabajamos por amor a la cocina. Nuestro objetivo es hacer felices a las personas ¿Cuántos matrimonios se han pedido en un restaurante? Yo soy un artesano, la cocina es una artesanía que se aprende y nuestro trabajo es hacer felices a las personas. Amaranto es un sitio donde la gente viene a ser feliz y se va feliz.
¿Cómo ves el futuro de Amaranto?
Estoy donde quiero estar. Realmente llevo apostando por Talavera 20 años. La gente me podrá tener en mayor o menor consideración. He llorado mucho cuando en los inicios de primer restaurante, Zuloaga, pasaban los días sin que entrara nadie por la puerta y nunca me he cansado de pelear por Talavera, por intentar que la gente entienda cómo funciona un restaurante, que las alternativas de buena cocina que encuentran fuera son las mismas que las que tienen aquí y por atraer un turismo gastronómico que genere riqueza en la ciudad, pero para eso necesitamos que esté acompañado de una apuesta por el turismo cultural y de negocios. Las cosas están cambiando, por fin.
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Facebook: @AmarantoRestauranteTalavera
“Estoy donde quiero estar. Llevo apostando por Talavera 20 años, para que la gente entienda cómo funciona un restaurante, que las alternativas de buena cocina que encuentran fuera son las mismas que las que tienen aquí y por atraer un turismo gastronómico que genere riqueza en la ciudad”
Raúl Rivera